lunes, 19 de septiembre de 2016

Resumen y reflexiones de la clase 2



En esta segunda clase se abordó un tema, el del pensamiento crítico, del que casi todo el mundo ha oído hablar, aunque no tenga muy claro de qué se trata concretamente. De hecho, así ocurría entre vosotros: según comentasteis sí conocíais el término y teníais una idea previa sobre el mismo, pero la abundante documentación que presenta el libro digital de la asignatura os aportó muchas consideraciones, conocimientos y matices nuevos. Incluso en algún momento pudo resultaros excesiva la información, sobre todo al tratar de asimilarla y resumirla en el poco rato de la clase. Creo que es interesante reflexionar sobre este punto: hoy en día, sobre casi cualquier tema, tenemos acceso a miles de artículos, opiniones, resúmenes, etc; el problema no es la falta de datos o fuentes de información, sino en todo caso su abundancia. Y, además de como habitantes de nuestro tiempo, como profesores tenemos que aprender a gestionarla. Una tarea del docente actual es la selección de los materiales que presenta a sus alumnos. Yo, personalmente, encuentro difícil el equilibrio entre el ofrecer al estudiante un rango variado de documentación, materiales y contenidos como para que tenga una panorámica amplia del tema y posibilidades variadas de ampliar su aprendizaje y el evitar agobiarle con mucha cantidad de datos y material, que en ocasiones provocan su desánimo por no saber por dónde empezar. Pero es que la selección no es nuestra única tarea, también deberíamos capacitar a nuestros alumnos para desarrollar sus propias tácticas, estrategias y herramientas para hacer lo propio.
Otro punto para la reflexión fue la formación de los grupos. Me gustó oír cómo decidíais que era mejor hacer equipos de tres personas que de sólo dos, con el argumento de que la discusión sería más enriquecedora al estar más gente trabajando junta. Muchas veces da la sensación que los alumnos sólo aprecian el trabajo conjunto si les supone avanzar más rápido al dividirse las tareas y les resulta incómodo el aparente retraso que puede implicar el tenerse que poner de acuerdo. Constatar que no es así, al menos no con vosotros, me resultó muy gratificante.
 
En cuanto al contenido, el pensamiento crítico, creo que siempre viene bien recordar que el pensar también se aprende y se ejercita y puede hacerse en diferentes niveles de calidad. Creo que el recordarse a sí mismo las características de esta forma de razonamiento es un ejercicio más que saludable y necesario. Lo importante es luego aplicarlo en todos los ámbitos de la vida en los que es significativo. Y enseñarlo a los alumnos, sea cual sea el contenido que estemos impartiendo, que para esta labor es simplemente el medio por el que alcanzar el objetivo.

4 comentarios:

  1. A mi también siempre me ha parecido interesante reflexionar sobre la cantidad de información que un profesor debe dar a un alumno ya que no veo que sea una tarea fácil de gestionar.
    Me acuerdo cuando leía "bibliografía recomendada" y unas cuantas hojas rellenas de títulos de libros. A mi eso en vez de motivarme lo que conseguía es que me bloqueara ya que me ponía nerviosa e incapaz de poder aprender tanto.
    Y además, como has comentado, ahora esta tarea de criba por parte del profesor aún resulta más difícil por la facilidad para encontrar y compartir información interesante a través de Internet.

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  2. La verdad es que es complicado, como bien dices, establecer una relación buena entre la cantidad y la utilidad de dicha cantidad a la hora de abordar una documentación sobre un tema.

    Realmente, a lo mejor muchas veces con una simple entrada, o dos a lo sumo, podría ser suficiente. Pero todo depende del tema a tratar y por supuesto lo que se quiera enfatizar en él.

    A mi sinceramente la elección del material para esta prueba me ha parecido la adecuada, teniendo información tanto en castellano como en inglés. En mi campo por ejemplo que es la informática, dado que el 95% de la documentación está en inglés, "por convenio" digamos, es necesario entenderlo, pero en un tema como el pensamiento crítico, es interesante poder tener artículos que a lo mejor tengan otro punto de vista sobre él.

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  3. Comparto la reflexión sobre la dificultad de encontrar el punto correcto entre proporcionar más información y no abrumar y desanimar al alumno. Estas listas interminables de bibliografía al final de un programa de una asignatura por ejemplo, pueden hacernos pensar que ni en broma llegaremos a leerlos.

    Quizás en el mundo digital podría echarnos una mano en este sentido. Por ejemplo si leemos un blog y hay palabras que son enlaces a otros contenidos, evitaríamos asustar al alumno con el listado interminable, y abriríamos una ventanita a ampliar conocimientos.

    Quizás es una idea un poco peregrina...pero me parece interesante encontrar formas de suscitar interés y estimular a profundizar en algo, y las listas de bibliografía pueden ser efectivamente contraproducentes.

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    1. A mí tu idea no me parece en absoluto peregrina. Siempre me gusta imaginarme la lista de consulta como el acto de abrir una puerta a un edificio lleno de habitaciones que cada uno puede explorar o no según intereses. Y esa visión es más fácil transmitirla con una serie de enlaces que con una lista de libros cerrada

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